La pasta térmica es uno de esos componentes que, aunque pequeño, juega un rol crucial en el rendimiento de tu PC. Aplicarla correctamente puede marcar la diferencia entre un sistema fresco y uno que sobrecalienta. En esta guía, te explicamos paso a paso cómo aplicar pasta térmica de manera eficiente en tu procesador para optimizar la disipación de calor.
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¿Por qué es importante la pasta térmica?
La pasta térmica actúa como un puente entre el procesador (CPU) y el disipador de calor o cooler. Su objetivo es llenar las pequeñas imperfecciones entre ambas superficies, mejorando el contacto y, por lo tanto, la transferencia de calor. Sin una buena aplicación, la temperatura de tu CPU podría subir, afectando su rendimiento y durabilidad.
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¿Qué necesitás para aplicar pasta térmica en tu procesador?
Antes de empezar, asegurate de tener a mano:
- Pasta térmica (como Pastermax CPU G60 o CORSAIR XTM50).
- Alcohol isopropílico (90% o más) y un paño de microfibra o toallas de papel sin pelusa.
- Disipador de calor o cooler listo para montar.
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¿Cómo aplicar la pasta térmica?
Paso 1: Limpiar la superficie
Si ya tenés instalada un procesador, es esencial limpiar la pasta térmica vieja antes de aplicar una nueva capa. Usá alcohol isopropílico y un paño suave para limpiar tanto la superficie del procesador como la base del disipador. Esto garantiza que no queden restos que interfieran con la nueva aplicación.
Paso 2: Aplicar la pasta térmica
La cantidad de pasta térmica es clave. Aplicar de más puede provocar que se derrame al instalar el cooler, mientras que muy poca no cubrirá adecuadamente la superficie. Hay varios métodos populares para aplicar la pasta:
- Método del punto: Aplica una pequeña cantidad de pasta (aproximadamente del tamaño de un grano de arroz o un poroto) en el centro del procesador. Al instalar el disipador, la presión se encargará de distribuirla de manera uniforme.
- Línea: Coloca una línea delgada de pasta en el centro del procesador, especialmente útil para CPUs de forma rectangular.
- Extensión con espátula: Algunos prefieren extender la pasta con una espátula de plástico sobre toda la superficie del procesador para garantizar una distribución pareja.
Paso 3: Montar el disipador
Con la pasta aplicada, es momento de montar el disipador. Asegúrate de alinear correctamente el cooler con los tornillos de montaje y apretarlo de manera uniforme. Hacelo con cuidado y sin forzar, para evitar que se derrame la pasta térmica.
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Errores comunes a evitar a la hora de aplicar pasta térmica
- Aplicar demasiada pasta térmica: Esto puede provocar que se derrame hacia los lados, lo que podría causar problemas en los componentes circundantes.
- No limpiar la pasta vieja: Si no quitas la pasta térmica anterior, la nueva no funcionará de manera óptima y podrías enfrentar sobrecalentamientos.
- Desmontar y volver a colocar: Si instalas el cooler y luego lo retirás, es importante limpiar la pasta y aplicar una nueva capa, ya que el contacto inicial puede dejar huecos.
Conclusión
Aplicar correctamente la pasta térmica es esencial para mantener la temperatura de tu procesador bajo control y asegurarte de que tu PC funcione de manera óptima. Seguí estos simples pasos y asegúrate de realizar el mantenimiento necesario cada vez que cambies el disipador o reinstales el procesador.
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