Cómo optimizar tu placa de video para mejorar su rendimiento

Si bien tener una buena placa de video es esencial para disfrutar de los juegos y aplicaciones gráficas, optimizarla correctamente puede marcar la diferencia entre una experiencia fluida y una que no lo sea tanto. Ya sea actualizando drivers o mejorando la refrigeración, estos consejos te ayudarán a sacarle el máximo provecho a tu GPU. En esta guía, te mostramos los pasos clave para optimizar tu tarjeta gráfica y mejorar su rendimiento.

1. Actualizar los controladores

Es fundamental que los drivers de tu placa de video estén siempre actualizados. Tanto NVIDIA como AMD lanzan actualizaciones de software periódicas que optimizan el rendimiento de juegos específicos y corrigen bugs. Para las placas NVIDIA, utilizá GeForce Experience para asegurarte de que tu tarjeta esté siempre con los últimos controladores.

2. Ajustar las configuraciones gráficas de los juegos

Cada juego permite personalizar sus opciones gráficas para mejorar el rendimiento:

  • Reducí la resolución o utilizá opciones de resolución dinámica para ajustar la calidad según el rendimiento.
  • Disminuí o desactivá opciones como antialiasing, calidad de sombras y efectos de postprocesado.
  • Considerá desactivar V-Sync si tenés una tasa de FPS alta y estable, o activarlo si sufrís de screen tearing.

Por ejemplo, si estás usando una NVIDIA GeForce GTX 1660 Super, ajustar la calidad de sombras y reducir la resolución a 1080p puede brindarte una experiencia más fluida en juegos modernos sin sacrificar demasiada calidad visual.

3. Hacer overclocking

El overclocking es una técnica que te permite aumentar la frecuencia de la GPU por encima de su configuración estándar, lo que puede brindarte algunos FPS adicionales. Herramientas como MSI Afterburner son ideales para realizar estos ajustes de manera segura, pero tené en cuenta que aumentar la frecuencia también aumenta la demanda energética y el calor generado.

En el caso de la NVIDIA GeForce GTX 1660 Super, podés obtener entre un 5% y un 10% de mejora en el rendimiento con overclocking moderado. Sin embargo, monitoreá siempre las temperaturas para evitar el thermal throttling, que puede afectar negativamente el rendimiento.

4. Mejorar la refrigeración

Las altas temperaturas son uno de los principales enemigos del buen rendimiento de la GPU. Cuando la placa de video se calienta demasiado, puede reducir su rendimiento para evitar daños. Asegurate de:

  • Limpiar el polvo acumulado en los ventiladores y dentro del gabinete.
  • Mejorar el flujo de aire del gabinete añadiendo ventiladores adicionales o actualizando los existentes.
  • Usar pasta térmica de buena calidad si es necesario, ya que puede mejorar considerablemente la transferencia de calor.

5. Optimizar el panel de control de NVIDIA

El panel de control de NVIDIA te permite ajustar opciones avanzadas para mejorar el rendimiento de tu GPU. Podés habilitar el modo de rendimiento máximo preferido en la configuración de energía, o ajustar los filtros y texturas para obtener más FPS en juegos sin una pérdida significativa de calidad visual.

6. Utilizar DirectX 12 o Vulkan

Muchos juegos permiten elegir entre diferentes APIs gráficas, como DirectX 12 o Vulkan, que optimizan el uso de los recursos del sistema. DirectX 12, por ejemplo, mejora la gestión de los núcleos del procesador, lo que puede traducirse en más FPS en títulos modernos.

7. Eliminar procesos en segundo plano

A menudo, los procesos en segundo plano pueden consumir recursos de tu GPU y reducir su rendimiento en juegos. Cerrá programas que no estés utilizando, como navegadores o software de edición, para liberar memoria y capacidad de procesamiento.

8. Monitorear el rendimiento

Utilizá herramientas como RivaTuner o HWMonitor para monitorear la temperatura, la carga de la GPU y el uso de la memoria en tiempo real. Esto te ayudará a identificar cuellos de botella y realizar ajustes más precisos para maximizar el rendimiento.

9. Conclusión

Optimizar tu placa de video es esencial para obtener el mejor rendimiento posible sin tener que cambiar de hardware. Desde mantener los drivers actualizados hasta ajustar las configuraciones gráficas de los juegos y monitorear la temperatura, estos pasos te ayudarán a sacar lo mejor de tu NVIDIA GeForce GTX 1660 Super o cualquier otra tarjeta gráfica que tengas. ¡Aprovechá estos tips y disfrutá de una experiencia de juego más fluida!